En un descubrimiento sin precedentes, un equipo de investigación del Occidental College, localizado en Los Ángeles, California;identificó una simbiosis jamás antes documentada: tres especies de “arañas marinas” de aguas profundas cultivan y se alimentan de bacterias que consumen metano dentro de sus propios cuerpos.
El estudio fue publicado en la revista PNAS bajo el título “Methane-powered sea spiders: Diverse, epibiotic methanotrophs serve as a source of nutrition for deep-sea methane seep Sericosura”.

Vida sin sol: un contexto necesario
En las profundidades del océano existen formas de vida que no dependen de la luz solar ni de cadenas tróficas tradicionales. En estos hábitats hostiles, donde la oscuridad es total, la vida ha desarrollado estrategias únicas para obtener energía.
Una de estas fuentes alternativas son las filtraciones de metano, donde los hidrocarburos emergen del lecho marino y sustentan ecosistemas completos a través de la simbiosis entre animales y comunidades microbianas.
Dentro de este ecosistema se encuentran las llamadas “arañas marinas” (clase Pycnogonida), invertebrados marinos de cuerpo diminuto y múltiples patas, que, aunque se asemejan a arácnidos, no son verdaderas arañas. Generalmente se alimentan de invertebrados blandos, pero en el caso del género Sericosura, solo se ha documentado en hábitats quimiosintéticos, lo cual sugiere una dieta diferente.
¿Qué descubrieron exactamente?
El hallazgo fue liderado por la investigadora Bianca Dal Bó. Entre 2021 y 2023, su equipo utilizó vehículos teledirigidos para recolectar muestras de “arañas marinas” en filtraciones de metano ubicadas en:
- Los Verdes, California (397 m de profundidad)
- Del Mar, California (1,018 m de profundidad)
- Sanak, Alaska (2,020 m de profundidad)
Al analizar los estómagos de los ejemplares recolectados, no se encontraron restos de presas, lo cual llevó a los investigadores a considerar otra fuente de nutrientes: la simbiosis bacteriana.
Las arañas que cultivan bacterias metanófilas
En los exoesqueletos de las “arañas” del género Sericosura, el equipo descubrió densas poblaciones de tres tipos de bacterias metanotróficas, conocidas por su capacidad de transformar metano y metanol en carbono y energía.
Para confirmar la relación simbiótica, los científicos etiquetaron metano y dióxido de carbono con isótopos de carbono. Luego, expusieron a los animales a estos gases y rastrearon la incorporación de los isótopos:
“Casi todas las células bacterianas MMOx asociadas a las arañas marinas asimilaron carbono del metano o del metanol, pero no del CO₂”, reportaron los autores.
Además, después de cinco días, los tejidos digestivos de las arañas mostraban una incorporación significativa del carbono etiquetado, lo cual solo puede explicarse si estos organismos consumen directamente las bacterias metanófilas que cultivan en sus cuerpos.
¿Por qué es importante este hallazgo?
Aunque ya se conocían otros ejemplos de simbiosis entre animales y bacterias que metabolizan metano —como en esponjas marinas, gusanos sabélidos, mejillones o cangrejos de respiraderos hidrotermales—, este caso es único por varias razones:
- Las arañas marinas Sericosura cultivan directamente las bacterias en su exoesqueleto.
- Albergan tres tipos distintos de bacterias metanotróficas al mismo tiempo.
- Las poblaciones bacterianas son funcionalmente idénticas en todas las ubicaciones, sin importar si fueron recolectadas en California o Alaska.
Este descubrimiento no solo amplía nuestro conocimiento sobre la diversidad de la vida en zonas de alta profundidad en el océano, sino que también redefine nuestra comprensión de cómo algunos organismos obtienen energía en ambientes extremos.
Reflexión final
Este descubrimiento nos recuerda la diversidad de estrategias que los organismos han desarrollado para obtener energía. Aunque ya conocemos muchos seres vivos capaces de generar su propio alimento a partir de fuentes como la luz o compuestos químicos, esta simbiosis particular nos muestra una forma fascinante de adaptación. Nos invita a ampliar nuestra perspectiva sobre lo que consideramos “normal” en términos de alimentación y a seguir explorando las múltiples formas en que la vida puede sostenerse en condiciones extremas.
Este tipo de hallazgos también nos lleva a reflexionar sobre qué formas de vida podríamos encontrar en espacios inexplorados.
El hecho que la ciencia nos permita explorar cada vez más estos hábitats inhóspitos, donde un ecosistema no se basa en la fotosíntesis, sino en procesos donde los organismos utilizan energía química para generar materia orgánica, abre nuevas posibilidades. Esto también plantea un escenario prometedor para la biotecnología, que en el futuro podría aprovechar las capacidades únicas de estos microorganismos para desarrollar nuevas aplicaciones.
Referencias
- B. Dal Bó, Y. Guo, M.J. Mayr, O.S. Pereira, L.A. Levin, V.J. Orphan, & S.K. Goffredi, Methane-powered sea spiders: Diverse, epibiotic methanotrophs serve as a source of nutrition for deep-sea methane seep Sericosura, Proc. Natl. Acad. Sci. U.S.A. 122 (26) e2501422122, https://doi.org/10.1073/pnas.2501422122 (2025).
- Jess cokerill. (2025, junio 17). New discovery of deep-sea spiders is unlike anything we’ve seen before. ScienceAlert.
- Laiba Qadir. (2025, junio 17). Methane-fueled sea spiders discovered. Minute Mirror.
- Justin Jackson. (2025, junio 17). Sea spiders farming methane-eating microbes discovered in deep sea. Phys.org
- Jake Brigstock. (2025, junio 17). Scientists discover methane-powered deep sea spiders. Indy100.
- Keith Cowing. (2025, junio 17). Ocean planet exploration: Methane-powered sea spiders. Astrobiology.com.
- Kameryn Gryesser (2025, junio 17). Spiders of the deep sea: New species powered by methane discovered. CNN.

